Logde La Maroma - Villa Llanquin

"LA MAROMA LODGE" SITUADO EN VILLA LLANQUIN A 40 KM DE BARILOCHE, SOBRE LA COSTA DEL RÍO LIMAY, UN LUGAR QUE POR SI SOLO INVITA AL DESCANSO Y A LA BUENA PESCA"

Hace un tiempo ya que venia charlando con un amigo en común acerca de este sitio, y el me decía que su dueño, Piccino Gemma, me estaba esperando, lo cierto es que al final de la temporada pasada me comunique con el haciéndole saber quien era y que quería conocer el sitio ya que nuestro amigo en común lo elogiaba cada vez que hablábamos, sin dudarlo un instante Piccino me dijo que a parir del 1 de noviembre comenzaba la temporada y que nos esperaba para hacer un revelamiento y conocer las instalaciones del lodge, fue entonces que comencé a programar el viaje para los primeros días del mes de noviembre.

Después de haber estado en Piedra del Águila proseguimos camino hacia Villa Llanquin, son unos 200 km de un recorrido muy lindo, pasando por el puente sobre el río Collon Cura, el dedo de dios, el valle Encantado, Confluencia del Río Traful y el Río Limay y bordeando toda la costa de este ultimo, después de una curva aparecen los carteles avisándonos que habíamos llegado, justo un día antes la balsa que cruza el río la pusieron en reparación ya que su arreglo era necesario, estacionamos frente a la pasarela y comenzamos a caminar hacia el lodge.

Distante de la ruta unos 600 metros los hicimos sin ningún problema hasta llegar al pie de la montaña en la que esta ubicado el lodge, si bien esta alto no es imposible llegar con un poco de esfuerzo arribamos al edificio que visto desde arriba parece que estuviera sobre el aire.

Ni bien llegamos Piccino salio a nuestro encuentro dándonos la bienvenida, pasamos adentro y ohh sorpresa nos encontramos con un gran comedor y sala de estar todo adornado con cosas de campo y herramientas antiguas que le dan mucha personalidad al salón, ni hablar de todos los ventanales que tiene sobre el frente y los costados brindándonos una vista de aquellas, creo que el impacto fue para todos el mismo ya todos quedamos boquiabiertos ante lo asombroso del paisaje, desde aquí no solo se puede ver toda la Villa si no también el Río, un brazo que se acerca a una de las calles y desde donde hasta podemos ver si hay alguna trucha, las montañas de enfrente, la ruta y un paisaje que invita a sentarse y admirarlo por largo tiempo. Después de todo esto nuestro guía nos llevo hasta la balsa nuevamente para buscar los pertrechos y demás equipajes para terminar de alojarnos, ya era casi el medio día por lo que almorzamos y nos fuimos a descansar ya que a la tarde haríamos algunos intentos de costa.

Llego la tarde y dispuestos cargamos los equipos y nos dirigimos río arriba a unos 4 o 6 kilómetros de distancia justo donde en invierno desemboca un arroyo ahora seco, ni bien llegamos notamos que el río venia muy alto y esto dificultaría un poco la pesca pero de todos modos probaríamos, la tarde paso rápido y el pique no llego por lo que optamos volver y disfrutar de una generosa cena al estilo Piccino, porque aparte de guiarnos nuestro anfitrión también es el que cocina, un capo total!!. Luego de la cena charlamos un poco y ya teníamos preparada una flotada para el día siguiente con el guía de pesca Julio Riechert de Río Limay Expediciones quien nos esperaría a la orilla del río.

LA FLOTADA

Temprano por la mañana nos levantamos y desayunamos, preparamos los equipos, nos calzamos los waders y enfilamos para el río, Julio ya estaba preparado con la balsa lista para bajarla al agua, en pocos minutos estaba todo listo para que partiéramos, nuestro equipo en la balsa lo conformaría nuestro guía Julio, tete y yo mientras que de costa nos esperarían Piccino, Ricardo y Pablo Bueno que se nos había unido en Piedra del Águila, partimos con mucha esperanza ya que la confianza de los dos guías nos aseguraba una buena jornada.

Colocamos lineas del tipo sinking tip ( la punta de la linea se hunde 4 0 6 metros) y moscas grandes del tipo woolly bugger lastradas con Bead Head en color verde oliva, en mi caso el guía me dio una Bailarina Danzante seria la traducción que también era algo asi como un woolly con patas de goma, a unos quinientos metros hicimos una parada frente a un "chupón" donde hicimos varios tiros y logramos algunas capturas, nos acercamos mas y el guía me dice que trate de llegar al fondo, casi a la costa y debajo de un árbol, intento unos tiros y logro otro ejemplar chico, insiste el guía en que la meta en el fondo y después de un rato nos avisa que un par de tiros mas y nos vamos del lugar, en uno de ellos logro meter la linea hasta el fondo la dejo derivar muy cerca de la pared que marca el chupón y siento un fuerte tirón por lo que levanto la caña y clavo con la izquierda al tiempo que Julio me dice - ¡esa es grande eh!! ¡ no dejes que gane la corriente!!! le hago caso hasta donde puedo y logro dominarla de a poco, a medida que se acerca la vemos mas grande, una hermosa hembra arco iris, muy gorda ya que están a punto de desovar, de mejillas muy rojas debido a su estado, cada vez que lo ve Julio se aleja y después de varios intentos por fin podemos encoparla, fotos, festejos y al agua, que alegría y recién empezamos, felicitamos al guía porque el sabia que estaba allí por eso tanto insistir, continuamos, pero el amigo viento comienza a soplar y nos complica los lances, hay que poner la mosca muy cerca de la costa para que esto de resultado, nos cuesta mucho, pero igual vamos cobrando algún ejemplar de menor porte pero menos importante, Tete ya clavo tres o cuatro y yo otro tanto, hay alguna curva donde el viento amaina y ahí podemos recuperarnos, en una me paso y la mosca cae a 20 centímetros sobre la costa,entra al agua despacio y a poco de andar siento el pique, otra hermosa arco de casi 2 kilos que no se entrega fácilmente, llevamos la balsa contra la costa y es ahí donde la dominamos para fotografiarla y devolverla, Tete vuelve a clavar otra en una curva y asi seguimos por otro rato hasta que paramos a tomar unos mates, charlamos, nos conocemos y comenzamos a reírnos ya que salen a relucir viejas anécdotas que vuelven a nuestra memoria. Ya nos falta poco para llegar al lugar de encuentro pero seguimos admirando los distintos sitios por los que vamos ya que es raro que se pueda ver algún pescador, la transparencia del agua nos permite ver el fondo aunque a veces este se pierde por la gran profundidad que hay, asi también podemos ver cuando se acerca una trucha a nuestra mosca y el momento justo para clavar, algo maravilloso que a todos los pescadores nos gusta.

Finalmente después de una larga recta y la escapada de otra trucha llegamos a nuestro destino, al lado de una gran roca están nuestros compañeros junto a Piccino con el almuerzo casi listo, unos churrasquitos al disco con cebollas que largan un olorcito terrible, también hay una picadita para esperar el almuerzo, un servicio de ¡aquellos!! Mientras almorzábamos veíamos como las truchas se arrimaban a la orilla a un par de metros de donde estábamos, increíble!!!, por supuesto después de almorzar hicimos unos tiros contra la roca y pudimos capturar una mas, asi se terminaba nuestra estadía aquí en Villa LLanquin, en lo de Piccino Gemma, LA MAROMA LODGE.

Podemos decir entonces que en cuanto a la pesca esta parte del río esta muy bien poblada y con ejemplares muy grandes, habrá que tener la sabiduría y la suerte de dar con ellos, la diversión esta asegurada siempre y cuando uno contrate los servicios de un profesional, tanto Piccino como Julio son dos excelentes guías que conocen el lugar como pocos, cabe destacar la atención de ambos que se esfuerzan por satisfacer a sus clientes, solo nos queda agradecer a Julio por la balseada y a nuestro anfitrión por todo el apoyo para realizar esta nota, sin dudas LA MAROMA LODGE es un sitio para recomendar, asi nos despedíamos de nuestros amigos, prometiendo volver cuando podamos para seguir disfrutando de tan magnifico lugar, la tarde iba cayendo cuando retomamos la ruta, se mezclan los colores , se van tornando oscuros y nuestro viaje recién comenzaba ya que relevaríamos otro lugar, pero eso... es otra historia!!